lunes, 1 de noviembre de 2010

Bandeja de entrada

Vi tu nombre en la bandeja de entrada
y empecé a medir el tiempo en latidos,
como si un Dios salvaje gobernara mi cuerpo
busqué un taxi en dirección prohibida.

Llamaste al pasado a cobro revertido
y te lleve un corazón a domicilio.

No hicimos preguntas
y pusimos sordina a nuestras heridas
para que no hablasen por nosotros,
haciendo polvo el miedo
como en una noche de boda
que nunca tendremos.

A la mañana siguiente
desayunamos desnudos
y faltamos al trabajo.
Hicimos inventario de nuestra historia
y nos dimos cuenta
que ya era tarde para volver a empezar.

Ahora no me queda tabaco
y todas la canciones que duelen
llevan tu nombre.

¿Sabes?

Creo que me sobró ese mail.

1 comentario:

Azuky dijo...

Me encanta! *_*

Un abrazote!

FDO: Carmencita ;-)