Vi tu nombre en la bandeja de entrada
y empecé a medir el tiempo en latidos,
como si un Dios salvaje gobernara mi cuerpo
busqué un taxi en dirección prohibida.
Llamaste al pasado a cobro revertido
y te lleve un corazón a domicilio.
No hicimos preguntas
y pusimos sordina a nuestras heridas
para que no hablasen por nosotros,
haciendo polvo el miedo
como en una noche de boda
que nunca tendremos.
A la mañana siguiente
desayunamos desnudos
y faltamos al trabajo.
Hicimos inventario de nuestra historia
y nos dimos cuenta
que ya era tarde para volver a empezar.
Ahora no me queda tabaco
y todas la canciones que duelen
llevan tu nombre.
¿Sabes?
Creo que me sobró ese mail.
lunes, 1 de noviembre de 2010
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1 comentario:
Me encanta! *_*
Un abrazote!
FDO: Carmencita ;-)
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